sábado, 8 de diciembre de 2012

Pasarela de otoño

Un viejo Boletus Edulis escondido del mundo en un bosque remoto de Urraúl Alto.
Una galanperna (Macrolepiota procera) adornada con las primeras nieves, en una campa próxima  al collado de Larrería.

Láminas de una illarraka (Clytocibe nebularis), en la ladera del Lapazarra.


Un modesto níscalo (Lactarius deliciosus), al pie de un viejo pino, en las campas de Areta.

Tres hermosos Coprinus comatus, al borde de la pista que conduce al pequeño embalse de Koista, en el Irati. Esa una especie fácil de encontrar en muchos caminos de montaña.
Láminas de un champiñón enorme, cerca de la cima de la Garganta de Borau, en el Pirineo de Huesca.

Cualquier sitio es bueno para asomarse al exterior. Hayedo junto a la cima del Ezpondarri.

Una cepa de Pleurotus ostreatus en un viejo tronco de haya del valle de Belabarce.

Una Amanita muscaria en la sierra de Illón.

3 comentarios:

eresfea dijo...

Bien, bien... se agradece que en esta pasarela hay todo tipo de tallas.

Ander dijo...

Qué seres. Parece que se están organizando en silencio para conquistar el mundo y algunos no nos vamos a enterar. Dadle a la navaja, dadle.

Lamia dijo...

Cada vez que vengo a verte escucho las voces de mi pasado: todos esos nombres, esos paisajes... Me produce siempre una cierta nostalgia pero también me gusta. Un abrazo, J.