miércoles, 8 de abril de 2009

Buzones



Un chistu y un tamboril reciben a los montañeros que alcanzan la cima del Illón, en la sierra del mismo nombre, entre Bigüezal y Navascués. En Otsogorri, una casita de arquitectura infantil enfrenta el perfil de su tejado metálico al horizonte pirenaico, siempre lleno de vértices y expectativas. El buzón del Bagadi hay que descubrirlo entre los bojes que tapizan la sierra de Tajonar. En Errenega, quizá la cima más modesta del macizo de Aralar, un austero cilindro se recorta sobre un paisaje de laderas suaves y brillos antiguos.

2 comentarios:

Lamia dijo...

Esta ves elijo el del txistu y el tamboril. No en vano fui txistulari durante más de diez años. Bueno, quizá aún lo sea aunque en Zaragoza no tenga ocasiones de practicar.

eresfea dijo...

¡Más para la colección!