Es un horizonte gris, pero prometedor: anuncia la excursión que está a punto de empezar junto al Caballo Blanco, en las inmediaciones de la Catedral de Pamplona. Son las ventajas de concertar la cita en un rincón tan original.
domingo, 30 de noviembre de 2008
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3 comentarios:
Qué rinconcico más rinconcico.
Me encantan esos horizontes que se van desdibujando hasta el infinito e invitan a soñar.
Buena foto.
Me muero de nostalgia cuando pones esas fotos de casa...
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