lunes, 25 de agosto de 2008

Girasol


Dicen que nunca dejan de mirar al sol, pero éste trataba de sonreír a los peregrinos que pasaban aquel domingo de agosto junto a Guenduláin, todavía muy lejos de Santiago.

5 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Debería darse crema de protección solar, al pobre se le ha quedado un rictus terrorífico.

(Hice una visita a NT hace unas semanas y te pillé de vacances. Ya veo que todo bien...).

eresfea dijo...

¡El espantapájaros de El mago de Oz!

Sergio dijo...

Lo que pasa es que se le han quedado pipas entre los dientes.

edubux dijo...

Pero que gracia, la verdad es que es una idea estupenda. Mándame al creativo para mi agencia.

Anónimo dijo...

Genial foto, muy bien vista!