lunes, 7 de julio de 2008

Lirios despreocupados (II)

“A veces, Señor, se ve uno tentado a decir que si hubierais querido que nuestro comportamiento fuera como el de los lirios del campo, nos habríais dado una organización más parecida a la de ellos. Pero supongo que esto es simplemente vuestro gran experimento. O no; quizá no sea un experimento, ya que no tenéis necesidad de confirmar nada. Mejor sería decir que es vuestro gran proyecto: crear un organismo que sea espíritu al mismo tiempo; crear esa formidable paradoja que es el ‘animal espiritual’. Coger a un pobre primate, una bestia con los nervios a flor de piel, una criatura cuyo estómago pide ser saciado, un animal reproductor que necesita a su pareja, y decirle: ‘Venga, y ahora conviértete en un dios’”.

(C.S. Lewis, Una pena en observación)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola J, ¿también eres periodista, no? Saltas de cumbre en cumbre, vas dejando un rastro de fotos y palabras y yo te sigo hipnotizada. Tu tierra y su cielo me hechizaron hace tiempo y leyendo tu blog actualizo mis recuerdos y reviso mis horizontes. Espero cruzarme pronto contigo en el monte. ¡No dejes de mirar los buzones! Un saludo

Minerva dijo...

Organizarse como rosas, en la que los pétalos más jóvenes nacen refugiados en los pétalos más sabios y expuestos a los vientos fuertes. Esos vientos, ahora, son de cambio. Y Dios está allí para contener a las rosas.