jueves, 10 de julio de 2008

El camino de Napoleón

El camino de Napoleón es una ruta alfombrada de hojas e historias que une la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port con la colegiata de Roncesvalles. Miles de peregrinos a Santiago han pulido durante años su trazado exigente y silvestre, y han dejado un eco de voces en muchos idiomas. El nombre del itinerario se debe, al parecer, a algunos acontecimientos ocurridos hace 200 años. El 6 de febrero de 1808, 2.000 soldados a las órdenes del general D’Armagnac cruzaron la frontera por esa ruta y se alojaron en Roncesvalles antes de seguir su recorrido hacia Pamplona. No podían sospechar entonces que la guerra que estaban a punto de iniciar les iba a resultar tan adversa. Pero así fue: cinco años después, en 1813, los 35.000 hombres del mariscal Soult volvieron a Francia por el mismo camino, derrotados y exhaustos. En un rincón de la senda, cerca ya del collado de Lepoeder, descansan las ruinas de una vieja construcción. Son apenas un montón de piedras toscamente pulidas que buscan el abrigo de las hayas. Hay quien sostiene que allí durmió Napoleón cuando volvía vencido a París. Es un dato de difícil comprobación, pero no importa: paseantes, peregrinos, montañeros y vecinos lo han incorporado al acervo local sin mayores complicaciones. Quizá con el tiempo se añadan algunos detalles del tipo “Maldijo su suerte recostado en ese árbol” o “Juró venganza desde aquel barranco”.

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