lunes, 30 de junio de 2008

Ibón de Ip



Hay espejos que siempre reflejan fielmente la belleza: no importan los años ni la pesadumbre ni la vanidad.

4 comentarios:

eresfea dijo...

Estoy muy lejos, pero veo la imagen y un calambre me recorre las piernas.

Paco Sancho dijo...

Esa belleza es también la del alma y ser de mi tío Conrado, el hermano mayor de mi padre. Él fue el ingeniero que ideó y montó toda la central del ibón, finales de los sesenta. Yo subí allí por primera vez con su hijo José Miguel, mi primo y quinto, allá por el año 70. Pasamos tanto frío climático como calor humano, con una comida de fogón preparada por una peña de currelas imborrable. El ibón, la gente, la familia, Villanúa (allí estaba "la casa del ingeniero" donde dormíamos), Canfranc... son un pedazo de juventud de esos que nunca se me borrará.
Mi tío Conrado (Zaragoza, 1917) no recuerda qué ha comido hoy al mediodía, pero si escucha a alguno de sus once hijos discutir sobre la mejor tuerca para un embalse, les dice sin titubear: "Si es para engranar, las alemanas de H&R de doble giro son las perfectas, siempre que no superen los 38mm".
Gracias por hacer que vuelva a recordar a un tío grande, al que siempre he querido con devoción.

Anónimo dijo...

Javier, seguramente tendrás que hacer memoria para recordarme, pero me apetecía muchísimo saludarte. Si te digo que en el Diario me llamaban (y me llaman) Chicuelo y que mi pasión son los toros quizá ya recuerdes un poco más, ¿verdad?
Esta mañana he comenzado a leer el blog de Ignacio Murillo (los toricos, ya sabes) y he ido llegando poco a poco hasta esta página. La sorpresa ha sido descubrir quién es el autor. Simplemente quería darte la enhorabuena por las magníficas historias que siempre cuentas. Para modestos aficionados al monte como somos mi mujer y yo, que apenas nos atrevemos con montes como el Saioa o el Adi y que pasamos vértigo subiendo al Lakora, estas historias nos ponen los dientes largos. Enhorabuena por ese magnífico artículo que ha escrito en Nuestro Tiempo.
Javier, nada más, un abrazo muy fuerte!
Miguel

Javier Marrodán dijo...

¡Chicuelo!
Esta sí que es una buena noticia. Qué bien saber algo de ti. ¿Cuál es tu email? A mí me puedes encontrar en jmarrodan@unav.es. O aquí mismo, como ya has comprobado.
Un abrazo.