sábado, 23 de febrero de 2008

Ilex aquifolium

El acebo es un arbusto dioico. Esto significa que hay plantas de los dos sexos, y que han de estar más o menos próximas para que broten esos pequeños frutos rojos, casi inevitables en el papel que envuelve los regalos navideños. Algunas páginas de Internet dedicadas a la botánica y a la naturopatía afirman que el fruto del acebo tiene propiedades diuréticas y purgantes, pero otras ecológicamente incorrectas se limitan a advertir que su consumo puede provocar diarreas y vómitos. Casi todas añaden que es una especie de hoja perenne, de crecimiento lento, y de madera robusta y apreciada. Dicen también que sus hojas presentan un borde espinoso y que recuerdan a las de la encima (Quercus ilex): de ahí el parentesco de los nombres. Que tolera bien el frío, que prefiere la humedad y que puede alcanzar hasta 25 metros de altura. Pero entre tanto rasgo más o menos común, más o menos previsible, apenas hablan de su brillo, de los reflejos cambiantes y esquivos que a veces extiende en el sotobosque. El día de la foto hubo suerte: pero hizo falta que las nubes se conjurasen con el sol vespertino de febrero y con las copas aún desnudas de las hayas para que los destellos risueños y puntiagudos del acebo iluminaran el camino al paso del pequeño grupo que descendía exhausto y silencioso desde Lepoeder.

9 comentarios:

eresfea dijo...

Y cuentan que con la corteza de las ramas jóvenes fabricaban liga (para cazar empegotados a los pajaricos).

Ander Izagirre dijo...

Botánica con botas. Ole.

Anónimo dijo...

Me gustaría saber si es una especie protegida y si su recolección está prohibida.

eresfea dijo...

Sí, J.L., al menos en el País Vasco, no sé en Navarra.

Javier Marrodán dijo...

Supongo que j.l. está pensando en un caso concreto: el de aquellos incautos que fueron sorprendidos por la Guardia Civil en los alrededores del embalse de Eugui mientras freían unas chistorras. Los agentes aparecieron en motos todoterreno, se sumaron sin ninguna objeción al almuerzo y antes de irse se interesaron por el contenido de una mochila. El interesado la abrió y allí aparecieron varias ramas de acebo procedentes de un árbol que había sido derribado a golpes de hacha en Artesiaga. De nada sirvieron las súplicas del respetable ni la chistorra compartida: el episodio terminó en un expediente sancionador del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. Es decir, sí es una especie protegia y sí está prohibida su recolección.

Nahum dijo...

Umm, Navidad en febrero y en primavera.

¡Qué sugerente!

Anónimo dijo...

Bueno, si los agentes se entretuvieron comiendo chistorra al menos sabemos que no pertenecían a la unidad de acción rápida.

Anónimo dijo...

Marro, mira que reubicarme a otros blogs y que tenga que encontrar el tuyo de rebote...

Anónimo dijo...

¿Expediente sancionador?, tal vez archivado?. Ya me parecía a mi que la historia estaba incompleta. Esos daticos......