El fotógrafo examina su presa junto al ibón de Respumoso, en la primera jornada de la ascensión a la Gran Fache (3.005 metros).
J. y A. contemplan el panorama apenas iniciado el descenso de la Gran Fache. Los ibones adornan el paisaje en todas las direcciones.
A. bordea uno de los ibones próximos al collado de la Fache, ya en el descenso.
Todos los años, el 5 de agosto, fiesta de la Virgen de las Nieves, se celebra una ascensión colectiva a la cima de la Gran Fache con un doble objetivo: recordar a los fallecidos en la montaña con una ceremonia religiosa y reafirmar la amistad entre montañeros franceses y españoles. El mal tiempo impidió este año la eucaristía en la cumbre y desanimó a bastantes montañeros, aunque algunos audaces mantuvieron la tradición. Existe una asociación que agrupa a los amigos de la Fache.
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