Lo que yo no sabía hasta el otro día en la excursión guiada en Artikutza, es que hay ejemplares machos y hembras. Como las hembras son las que tienen el fruto y se cortaban alegremente para las navidades, por mucho acebo que viéramos en un bosque, si eran machos, poco futuro le quedaría a la especie. Pues eso: Que no lo sabía.
Se habla siempre del ideal como de una meta a la que se tiende sin alcanzarla jamás. Para cada uno de nosotros, el Annapurna representa un ideal hecho realidad. Para nosotros, la montaña siempre ha sido un campo de acción natural, donde, en la frontera entre la vida y la muerte, encontrábamos esa libertad que andábamos buscando a tientas y que necesitábamos como el pan. Las montañas nos han obsequiado con su belleza, y nosotros las hemos amado con la ingenuidad propia de un niño, las hemos reverenciado con el respeto que un monje siente por lo divino. Ese Annapurna, al que nos habíamos dirigido con las manos vacías, es un tesoro del que habremos de vivir durante el resto de nuestros días. Conscientes de esto, volvemos una página de nuestra existencia: una nueva vida comienza. En la vida de los hombres hay otros Annapurnas.
(Maurice Herzog, inmóvil en una camilla, poco después de haber conquistado el primer ochomil)
3 comentarios:
Lo que yo no sabía hasta el otro día en la excursión guiada en Artikutza, es que hay ejemplares machos y hembras. Como las hembras son las que tienen el fruto y se cortaban alegremente para las navidades, por mucho acebo que viéramos en un bosque, si eran machos, poco futuro le quedaría a la especie. Pues eso: Que no lo sabía.
Y cómo brilla...
Ahora, cada vez que veo aceno, me acuerdo de ti!
http://vagamontanyas.blogspot.com/2011/01/los-agujeros.html
http://vagamontanyas.blogspot.com/2011/01/inviernohoy.html
Ya ves... me acuerdo a menudo!!!
Besos
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