A veces se acompasan las distancias, los movimientos, los jadeos y hasta las reflexiones que los montañeros van hilvanando mientras avanzan con el ritmo y la cadencia de una melodía pegadiza. La cordada es entonces invencible.
(G dirige al grupo hacia la cima del Bisaurín)
3 comentarios:
Esas largas y reflectantes palas de nieve dan a veces para muchos pensamientos, a menudo ofuscados por el ansia y el cansancio.
Invencible debe ser porque la montaña es tan hermosa como perversa. Yo escapé de las garras del Bisaurín por los pelos hace años.
Si andas por esos mundos de Dios, llenos de nieve y aludes en estos momentos.... ¡ten mucho cuidado, por favor!
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