miércoles, 13 de marzo de 2013

Subir

Nunca hay que dejar de subir, ni siquiera cuando la cima parezca lejana o inasequible.

(En la imagen, tres montañeros avanzan acompasadamente por el cordal de Lindux).

1 comentario:

Lamia dijo...

J., por lo que veo, últimamente no andamos sobrados de palabras ni tu ni yo. No obstante, me gusta volver a tu casa porque los paisajes nunca me son ajenos.